martes, 16 de diciembre de 2014

Como equipo de ABACOenRed, compartimos nuestros mejores deseos para todas las personas que nos acompañan en este compromiso de lucha diaria, construyendo colectivamente escenarios educativos basados en cooperación genuina... Muchas felicidades para este nuevo año 2015 donde nos seguiremos encontrando...

jueves, 16 de octubre de 2014

Mi práctica profesional como educadora, aspectos que la han dificultado

Maribel Ochoa Espinosa
Facilitadora ABACOenRed
2011

Acompañar niñas y niños, adolescentes y jóvenes pareciera ser un trabajo fácil sin embargo, si pensamos en lo que implica resulta ser una gran responsabilidad que asumimos muchas veces con enorme voluntad pero con pocos recursos didácticos que nos facilite esos procesos de acompañamiento. Hay que sumarle a esta carencia de recursos didácticos o metodológicos, tu historia de vida, tus propias experiencias de vida que influyen en tu actuar y en tu forma de relacionarte con las persona, y que tienen un efecto concreto en el aprendizaje de quienes acompañas.

El objetivo de este texto es reflexionar en voz alta acerca de mi práctica profesional como educadora acompañando niñas y niños, adolescentes y jóvenes desde diferentes organizaciones de desarrollo comunitario, identificando en ella, aquellos factores que han limitado mi trabajo, especialmente aquellos aspectos que se relacionan con mi historia de vida, con mi propia experiencia de vida, ese sello que ponemos desde nuestra particularidad, desde nuestro interior, al trabajo de acompañamiento.  

También son factores que se han reflejado en mi relación con mi familia grande, y de igual manera afectando también.  Estas actitudes se presentan unas más fuertes que otras pero aunque sean de una manera ´suave´ no dejan de afectar negativamente un ambiente educativo.

1- El efecto que produce en los demás ciertas actitudes mías, que han dificultado mi práctica profesional de acompañamiento a jóvenes y niñez y que han sido los principales factores de relaciones superficiales, coyunturales… pobres… poco duraderas, fugaces.

 ü  Voces, mandatos y gestos, que se manifiesta en: imposición de lo que vamos a hacer como grupo, poco consenso de normas que regulen el interactuar entre el grupo, lo que deriva en imponer reglas que se cumplen al inicio muchas veces por miedo pero que poco a poco se van olvidando y entonces, se recurre a gritos, amenazas, chantaje, maltrato, insultos.

 ü  Querer tener control de todo lo que ocurre, desconfianza en las capacidades de las y los demás, sentimiento de que sos la responsable de todo lo que ocurra, en el malentendido que tienes que asegurar de que todo tiene que salir bien.

 ü  La forma en que digo las cosas muchas veces suena como agresiva y algunas personas se molestan.

 ü  No puedo ocultar mis sentimientos, aunque más se refleja cuándo estoy molesta por algo, no lo escondo, a veces por circunstancias no puedo decirlo aunque sea lo que más me gustaría pero no se puede hacer siempre, no se puede porque puedes herir o hacer más grande el conflicto…

 ü  Mis modales un poco toscos, nada delicado para tratar a personas extrañas, me cuesta acercarme a personas desconocidas.

 ü  Actitud autoritaria, que todo lo que dices, es lo correcto, si alguien no está de acuerdo, te molestas, lo consideras falta de respeto y lo castigas mediante diversos recursos: justificaciones, aislamiento, indiferencia, no le das la palabra, no lo miras cuando hablas, buscas otros aliados, lo ridiculizas, lo aniquilas como persona y lo obligas a pedir disculpas por algo que no hizo.

2-  Poca escucha sobre todo del sentir de las demás personas del grupo que acompañas, la prioridad se centra en la generación de más conocimientos obviando los sentimientos y problemáticas de las personas a quiénes acompañamos, nos preocupamos más por el cumplimiento del objetivo que me propuse, ojo, no digo del objetivo del grupo porque ese no fue construido ni discutido, trabajamos a partir del objetivo de la o el educador/a.

3- La lucha entre el cumplimiento de un programa de trabajo y el proceso o ritmo de aprendizaje que lleva el grupo, el cumplimiento de planes externos y no disponer de un plan propio, consensuado con el grupo, terminamos imponiendo procesos que no responden a las necesidades e intereses del grupo.

4- Tu vocación, la contradicción entre lo que me gusta y lo que es posible es muy frecuente, eso pasa y se obvia aparentemente, porque en los resultados salta a la vista en cualquier momento y se manifiesta de distintas maneras: rutina en las formas de facilitar y mecanización en la aplicación de técnicas para el aprendizaje, distancia entre tu proyecto de vida y el trabajo que desempeñas, conviviendo con esa contradicción sobre lo que quieres hacer y lo que tienes que hacer como proyecto de vida.  También esa experiencia la vivencia el grupo con quién trabajas, la perciben y les influye en sus motivaciones y expectativas.

Muchas de estas manifestaciones no se tiene conciencia de ellas, no las percibimos precisamente porque ellas mismas nos ciegan, nos envuelven y nos convierten en personas frías, autoritarias, pesimistas, impositivas, controladoras, juzgadoras, es decir, nos queremos convertir en la ´conciencia´ de las demás personas.

Desde mi experiencia ha sido importante en todo este proceso:

   1-    Asumir que vengo de una escuela (sistema), llámese familia, centro de estudios, ambiente laboral, etc, en donde hemos sido formadas precisamente para abusar el poder que tenemos, para competir con las demás personas y para sobresalir a pesar de las y los demás.

     2-   A nivel de la familia se nos educa para ejercer poder desde nuestro rol, así, la mujer/hija que está sometida al hombre (papá), ejerce su poder en sus hijas/os pequeños cuando se convierte en mamá, y además se encarga de la reproducción de estos roles, aun cuando ella está sometida por su marido.  Cuando éstos crecen principalmente hijos/ hombres, los roles cambian y vuelve a estar sometida ahora hijos también, y así sucesivamente.  Este poder casi siempre será un poder sobre, decidiendo todo lo que se relaciona con las personas que están bajo su dominio.

Toda esta formación influye directamente en tu manera de actuar, de sentir, de pensar, de SER.  Todo esa formación te configura para reproducir esa inequidad y con todos esos insumos y un buen caldo, acompañas procesos educativos con niñez, jóvenes, mujeres, pero eso sí, con la intención de transformar esa realidad y eso es muy importante, acompañado por supuesto de todo un proceso de autorreflexión crítica y constructiva para hacer los cambios desde tu propia persona, en conjuntos con otras y otros, con niñas, niños, jóvenes, mujeres,…

Desde esta perspectiva he ido buscando, desmontando paradigmas, leyes, voces, mandatos, gestos, que por mucho tiempo han guiado mi actuar y buscando alternativas de aprender nuevas formas de interactuar, nuevas formas de entender y ejercer mi poder, nuevas formas de vivir, de SER, conmigo misma y con las demás personas.

Todo este proceso va generando conciencia de tu actuar, de tu forma de acompañar a otras personas y te obliga a buscar herramientas nuevas para comunicarte, para participar, para tomar parte, para decidir.   En la búsqueda de nuevos aprendizajes, de nuevas rutas resulta difícil desmontar esas voces internas y en un cerrar de ojos puedes volver a repetir esos patrones impositivos y entonces, hay que empezar de nuevo, así es, es parte del proceso y tengo ganas de seguir intentándolo.

Y para concluir y no dejar sólo mi parte vulnerada, a continuación un poema que también me identifica:


A mi ser esencial

Átomo, partícula, alarido,
un grito inmenso entre el silencio,
vivo

Cosmos, universo, infinito azul
del mar intenso,
lucho

Espiga, semilla, vástago
oruga, larva,
existo

Mi ser esencial me habita
me empuja, me anima
me invita, me acompaña
estoy, sigo estando
soy, sigo siendo

VIVO, LUCHO, EXISTO, SOY


Maribel Ochoa Espinosa

Agosto 2011

viernes, 26 de septiembre de 2014

APRENDER A PREGUNTAR, PREGUNTAR PARA APRENDER

Aprender a Preguntar, Preguntar para Aprender

Herman Van de Velde
herman@abacoenred.com
Septiembre 2014


¿De qué se trata?
Un texto de referencia y de consulta… para ir mejorando nuestras actitudes en cuanto al planteamiento de preguntas. Un aporte a la calidad educativa, desde un enfoque técnico-pedagógico del uso de la pregunta como disposición pedagógica en diferentes escenarios educativos, apuntando al diálogo y el encuentro profundo.


¿Cómo lo hacemos para aprovechar al máximo la pregunta como recurso pedagógico-didáctico?


Para encontrar respuestas diversas, creativas, originales, innovadoras,… es preciso que nos hagan / nos planteemos las preguntas adecuadas. ¿Por qué será así?

Sin ‘buenas preguntas’ no habrá un proceso genuino de aprendizaje. El ‘juego’ de la pregunta – respuesta, tanto entre estudiantes y docentes como entre estudiantes entre sí implica… … … … … … … …  “Ahá, me detuve de escribir, porque me hago la pregunta de verdad, ¿qué implica?”

De esto se trata este artículo. Espero sus comentarios (herman@abacoenred.com), igual a esta misma pregunta: ¿Qué implica saber plantear(nos) buenas preguntas para el aprender? ¿Cómo aprender a plantear(nos) buenas preguntas?

El acto de interrogar, de preguntar, es inherente a la naturaleza humana. Expresa la curiosidad por conocer, por trascender más allá de la experiencia de las cosas. La pregunta nace de la capacidad de descubrimiento, del asombro, y por ello la pregunta implica riesgo.(Escobar Guerrero, 1990)

La PREGUNTA es un recurso didáctico que no siempre sabemos emplear de la mejor forma, sin embargo se trata de una técnica que, en nuestras vidas, implementamos muy espontáneamente. Es suficiente observar a las y los  niñas/os cuando no más aprendan a hablar: preguntan y preguntan… ¿Por qué, después de los años (escolares) se nos dificulta plantear(nos) una pregunta?

El preguntar está íntimamente relacionado con la curiosidad, la creatividad, la actitud investigativa, emprendedora, innovadora. ¿Cuál es la relación que percibes entre estos fenómenos?

Leyendo, reflexionando críticamente, compartiendo entre colegas, me encontré y formulamos las siguientes expresiones sobre el arte de hacer preguntas. Invito a que indiques tu nivel de ‘acuerdo’ en la escala del 1 (totalmente en desacuerdo) al 5 (totalmente de acuerdo). Y si después puedes compartir los resultados con alguien más, aún mejor.

#
Expresión
1
2
3
4
5
1
La calidad del pensar depende de la calidad de nuestras preguntas.





2
Las preguntas trasladan los límites de la comprensión de la realidad que nos rodea y de la que somos parte.





3
Las buenas preguntas nos permiten cuestionar lo que considerábamos seguro.





4
Las buenas preguntas estimulan el pensar crítico.





5
Las preguntas permiten problematizar los hechos.





6
La calidad de las respuestas (de estudiantes) depende de la calidad de las preguntas (de docentes).





7
Docentes plantean más preguntas de reproducción que preguntas reflexivas, más preguntas (semi) cerradas que preguntas abiertas.





8
Preguntas que parten de los propios aportes de estudiantes promueven el diálogo y el encuentro sostenido.





9
Las buenas preguntas (que incitan al pensar creativamente) no permiten prever la respuesta, ni llevan a buenas o malas respuestas.





10
Saber plantear(nos) una buena pregunta es un arte… se aprende ejercitando y reflexionando críticamente, sistematizando las experiencias que se construyen en el camino.





¿Qué otras expresiones incluirías en esta lista?
11






12






13







El diálogo y el encuentro son los escenarios idóneos para una Pedagogía de la pregunta, porque implica el intercambio productivo, de creciente calidad. Además nos implica como sujetos ‘PerSociales’, nos implica como ‘SERes’.

La pregunta como estrategia, como pedagogía o didáctica, se constituye en una opción educativa para pensar y aportar a una educación para la incertidumbre, y para desarrollar formas de pensamiento flexibles, y actitudes críticas y creativas hacia el conocimiento, cualidades que constituyen la base de todo quehacer investigativo, y que son fundamentales en la formación de los profesionales en la actual agitada e incierta condición posmoderna. (Plata Santos, Primer Semestre 2011)

¿Por qué pretendemos tantas veces dar la respuesta correcta y única a las preguntas de estudiantes? ¿Por qué no responder con otra pregunta que les motive a encontrar posibles respuestas, las cuales nos servirán para un nuevo diálogo y nuevo encuentro? ¿Por qué no acompañarles en esta búsqueda creativa de respuestas a sus propias inquietudes, tal que vayamos aprendiendo todas/os, incluyéndome como docente?

Cuánto más enriquecedor para los estudiantes y para el propio maestro podría ser explorar lo que está supuesto e implícito en las preguntas y en las hipótesis que elaboran los estudiantes, dentro de un ambiente de trabajo dialógico y colaborativo.(Plata Santos, Primer Semestre 2011)

La vida diaria está llena de preguntas… Otra invitación: trata de hacer una lista de todas las preguntas, explícitas o implícitas, que te haces en todo un día, desde que te levantas hasta que te acuestas. A lo mejor ya inicias el día con una pregunta, ¿no? ¿Me levanto o me quedo en la cama otro ratito? Y… fíjate bien, tu propia respuesta te lleva a la acción: al levantarte o al quedarte otro ratito.

También es así en los escenarios educativos: debemos plantearnos preguntas y al responderlas, al construir las respuestas, estas mismas respuestas nos llevarán a la acción. De hecho, la búsqueda o la construcción de una respuesta también ya es una acción educativa muy importante en sí.

“Lo primero que tendríamos que reconocer es que el diálogo como propuesta pedagógica va en contravía de la formación específica que hemos recibido como maestros (nos formaron para «dictar clase»), y de las experiencias educativas que hemos tenido en diferentes momentos de la vida.
Para muchos de nosotros, la familia, la escuela, el ambiente, no han sido propiamente experiencias dialógicas; y quizá por esto valga la pena que nos preguntemos cuánto de autoritarismo, de intolerancia, de actitudes y comportamientos excluyentes llevamos nosotros a la escuela, al grupo o a la comunidad con la que trabajamos.(Mariño S., G. y Cendales G., L., 2004, pág. 55)


Para mejorar nuestra capacidad de hacer preguntas, primero debemos construir conciencia respecto a nuestros malos hábitos al formular preguntas.  Invito a revisar la siguiente lista de ‘malos hábitos’ y a seleccionar los 3 errores que más cometemos.

Hábitos equivocados en la formulación de preguntas:

1.      Responder tus propias preguntas, sin esperar la respuesta de estudiantes.
2.      Repetir y re-formular permanentemente tus propias preguntas, aún antes que estudiantes la respondan.
3.      Plantear varias preguntas al mismo tiempo.
4.      No dar tiempo para pensar una respuesta, esperar una respuesta inmediata. Incomodarse con un silencio, el cual más bien puede ser oportuno y promover la reflexión crítica consciente.
5.      Hacer preguntas que ya sugieren una respuesta en la misma pregunta. P.ej. finalizando con ‘¿verdad?’.
6.      Plantear preguntas de ‘adivinanza’ o preguntas de completar la frase.
7.      Plantear muchas preguntas cerradas (de respuesta con una sola palabra o muy pocas), memorísticas o cuya respuesta segura se encuentra en una fuente cercana.
8.      Plantear las preguntas siempre a las mismas estudiantes.
9.      Plantear un mismo tipo de preguntas a determinadas estudiantes (las supuestamente complicadas a estudiantes más ‘listas/os’ o las sencillas
10. Al recibir una respuesta de ‘no lo sé’, una respuesta incompleta o no recibir ninguna, inmediatamente solicitar la respuesta a otra/o estudiante.
11. Hacer comentarios negativos al recibir respuestas que no me parecen las adecuadas, en vez de procurar comprender el porqué de la respuesta planteada.
12. Repetir las respuestas que dan estudiantes (el eco ‘no’ pedagógico que promueve que estudiantes no se escuchan porque la o el docente en todo caso lo repite).
13. Hacemos preguntas que no se conectan con las experiencias e intereses de vida de las y los estudiantes.
14. Preparo mis preguntas de antemano y no salgo de las que tengo a mano.
15. Pregunto y ya sé lo que debe ser la respuesta correcta. (Pregunto por lo que yo ya sé, hacer preguntas ‘retóricas’, pareciera que estudiantes deben ‘adivinar’ lo que  yo considero la respuesta correcta)
16. Califico las respuestas siempre en buenas o malas, adecuadas o insuficientes.
17. Cada pregunta es respondida por un/a solo/a estudiante.
18. Las preguntas, mejor las hago yo y no el/la estudiante (porque se desvían del tema).
19.

Ahora, en sí, un cierto tipo de pregunta no es ni malo ni bueno. Debe ubicarse en un contexto educativo para determinar su valor.  Por lo mismo es importante saber distinguir diferentes tipos de preguntas. Aquí un apoyo:

La taxonomía de Bloom (1956) (objetivos cognitivos) nos lleva a 6 tipos de preguntas (Bloom, B.S. et al., 1956):

1.      Preguntas de conocimiento (hechos, definiciones).
Ej. ¿Quién escribió el libro ‘Pedagogía del oprimido’? ¿Qué pasó en la Batalla de San Jacinto?
2.      Preguntas de comprensión (ideas principales, comparaciones).
Ej. ¿Cuál es la idea principal en este artículo? ¿Cuál es la diferencia entre un ensayo y un artículo científico?
3.      Preguntas de aplicación (aplicación de conocimientos, reglas y normas).
Ej. Resuelve el siguiente problema matemático. Divido las siguientes palabras en sílabas.
4.      Preguntas de análisis (motivos, causas y consecuencias).
Ej. ¿Cuál es el punto de vista del autor respecto al cambio climático? ¿Por qué algunas personas están en contra del uso masivo de internet?
5.      Preguntas de síntesis (generalizaciones, predicciones, nuevas soluciones).
Ej. ¿Qué pasaría si Nicaragua no tuviera una policía? ¿Cómo podríamos aumentar la seguridad en los alrededores de las escuelas?
6.      Preguntas de evaluación (opiniones, valoraciones, juicios).
Ej. ¿Qué te pareció mejor y peor de esta conferencia? ¿Cuál es la ciudad de Nicaragua que más te gusta y por qué?

Solo los tres últimos tipos son preguntas de reflexión consciente.
(retomado y traducido libremente de: Poppelmonde, W. y Wyffels, D., 2008)

No son los únicos tipos de preguntas:
. Preguntas filosóficas: aquellas que posibilitan encontrar diferentes respuestas. No hay respuestas correctas (pueden ser más profundas o más superficiales, pero no ‘falsas’ o ‘correctas’). Son preguntas a las que tampoco personas expertas coinciden en cuanto a la respuesta.
Una pregunta filosófica es una pregunta cuya respuesta o cuyo método para encontrar una respuesta no está definida, pero que la consideramos tan importante que no la podemos obviar.
Hay que diferenciar entre preguntas abiertas por procedimiento y preguntas abiertas por contenido.
La primera es una pregunta que permite seguir explorando y profundizando en el tema. Ej. ¿Qué quieres decir con…? ¿Puedes darnos un ejemplo? (Constituye la técnica global en el preguntar.)
La segunda es una pregunta enfoca conceptos filosóficos (son de contenido filosófico). Ej. ¿Puedes pensar sin palabras? ¿Cuándo se considera a alguien como viejo?
. Preguntas afectivas: ¿Con qué faceta de la obra te identificas más y por qué?
. Preguntas interpretativas: ¿Cómo interpretas el hecho que se nos dificulta escuchar a nuestras/os colegas? ¿Qué significa para ti el hecho que escuchamos más en función de responder en vez del escuchar para comprender?
. Preguntas de postura: En una determinada situación, ¿cuál sería tu postura? ¿Qué harías si…?
. Preguntas de integración: ¿Cómo nos podríamos organizar para enfrentar el siguiente problema?
. …

La técnica global en el preguntar

Retomado y traducido libremente de: (Poppelmonde, W. y Wyffels, D., 2008)

Hacer la pregunta adecuada en el momento justo, no solo es una cuestión técnica, sino más que todo una sabiduría práctica que se logra construyendo experiencia.

A continuación 21 posibles ejercicios (Poppelmonde, W. y Wyffels, D., 2008) (selecciona de 3 a 5 para ir ejercitando, una vez los manejas bien, selecciona otros 3 a 5 y así sucesivamente):

1.      Enfocar la atención en la esencia del asunto. ¿Qué les pareció esta visita, este cuento, este hecho? ¿Qué les llamó más la atención? ¿Qué inquietudes nos provoca el cuento? ¿Qué queremos investigar? …
2.      Cuestionar las preguntas. ¿Cómo formulamos mejor esta pregunta? ¿Qué tipo de pregunta es? ¿Cuál es la importancia de esta pregunta? ¿Qué supone esta pregunta? ¿Qué otras preguntas debemos responder antes de contestar esta pregunta? …
3.      Estrategia. ¿Cómo lo hacemos para responder esta pregunta? ¿Quién nos puede ayudar para encontrar una respuesta? ¿Investigamos todas las alternativas? ¿Cómo manejamos la complejidad de este problema? …
4.      Claridad, transparencia y cuido. ¿Todas/os comprenden este razonamiento? ¿Hablamos de lo mismo? ¿Qué quieres decir con…? Si te comprendo bien, ¿quieres decir que…? ¿Puedes puntualizar lo que es la esencia de tu mensaje? ¿Cómo dirías en tus propias palabras lo que dijo tu compañera? ¿Es esto lo que pretendías compartir? ¿No deberíamos concretar un poco más este asunto? ¿Cuál es tu idea central de tu reflexión? …
5.      Definiciones y significados. ¿Qué es ‘x’? ¿Qué quieres decir con ‘x’? ¿Qué acordamos en función de ‘x’? ¿Cuál es la esencia de ‘x’? ¿Cómo se emplea ‘x’ normalmente? ¿Estas dos definiciones se contradicen, cómo? ¿Esta definición también es válida en el siguiente ejemplo? …
6.      Importancia y relevancia. ¿Son estos los hechos más importantes? ¿Es este el argumento de mayor peso? ¿Qué tiene que ver esto con nuestra inquietud inicial? ¿Cómo nos ayuda lo que estás planteando? ¿Necesitamos esta información? …
7.   Ejemplos y contra-ejemplos. ¿Puedes dar un ejemplo? ¿Todas/os lo consideran un buen ejemplo? ¿Y entonces qué haces con esta otra situación? ¿Puedes imaginarte algo donde esto no es válido? …
8.    Investigación deductiva, argumentación y demostración, reflexión lógica y conclusiones.  ¿Por qué es así? ¿En qué te basas para decir eso? ¿Cuáles son tus argumentos para confirmar esto? ¿Es una demostración cerrada y suficiente? ¿No hay otra conclusión posible? ¿No se trata de una generalización prematura? ¿No es un pensamiento circular? …
9.      Investigación de antecedentes lógicos y lo que se toma como ‘verdadero’ (suposiciones). ¿Qué supone esta expresión? ¿Es verdad / correcta esta suposición, por qué? ¿Qué tomas por verdadero? ¿Qué es lo que de hecho supones? ¿Cuál es tu punto de partida? ¿Se podría partir de otra suposición? …
10. Implicaciones y consecuencias. ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué pasaría si la mayoría pensaría esto? ¿Qué implica este punto de vista? ¿Las consecuencias son deseables? …
11. Consistencia (lógica interna) y coherencia. ¿Esto no se contradice con lo dicho anteriormente? ¿Esto concuerda con lo expresado hace poco? ¿Cómo valorar la relación entre ‘x’ y ‘y’? ¿Cuál es el vínculo? ¿La causa de ‘x’ es ‘y’ o justo al revés? …
12. Preguntas informativas, de contexto, hechos o experiencias. ¿Ya sabemos suficiente? ¿Cómo podemos darnos cuenta? ¿En qué hechos basas tus comentarios? ¿Cuál es tu experiencia que te convenció? ¿Qué información necesitamos para tomar una decisión bien reflexionada? ¿Nuestra interpretación de estos hechos, de esta información, de esta experiencia es la debida? ¿Estos hechos, informaciones, experiencias son confiables? ¿Son hechos o más bien suposiciones? …
13. Consenso. ¿Estamos todas/os de acuerdo? ¿Podemos seguir? ¿Quién no está de acuerdo y por qué? …
14. Especulación, creatividad e hipótesis. ¿Qué podría suceder si…? ¿Imagínate que …, y entonces? ¿No podría ser así…? ¿Cuáles podrían ser las posibles explicaciones? ¿Y qué si justo lo contrario fuera cierto? …
15. Verificación, comprobación o falsificación. ¿Cómo podemos saber si es cierto? ¿Es eso suficiente? ¿Cómo podemos controlar su veracidad? ¿Cómo lo podemos verificar? ¿Puedes contra-argumentar esta teoría? ¿Puede ser cierto lo contrario? …
16. Preguntas respecto a puntos de vista, posiciones, perspectivas y cambio de perspectivas. ¿Qué pensaría ‘x’ de eso? ¿Cómo sentiría ‘x’ al respecto? ¿Lo podemos imaginarnos? ¿Cuál de los diferentes puntos de vista es el más ‘con sentido’? ¿Cómo podemos acercarnos a este problema de una manera alternativa? ¿Nuestra aproximación es jurídica, científica, filosófico-ética o más bien espiritual? ¿Cuáles son los puntos de vista relevantes, partiendo de nuestra pregunta inicial? ¿Desde qué punto de vista aún no vimos la cuestión? Hasta aquí la aproximación económica. Ahora, ¿también tengo una responsabilidad ética? …
17. Analogías y metáforas. ¿Con qué lo podrías comparar? ¿Por qué coincide? ¿Es esto algo como…?  …
18. Honestidad intelectual. ¿Esta respuesta te conviene por alguna razón? ¿Así presentas lo más honesto y fuerte posible el punto de vista de la otra persona? ¿No se trata de una caricatura de la posición de la otra persona? ¿Te ubicas en esta posición porque consideras que es la que corresponde a la verdad o más bien porque quisieras que sea la verdad? …
19. Formalización. ¿Podemos definir una regla para esto? ¿Puedes generalizar esto? …
20. Sintetizar, ir cerrando, recapitalizar. ¿Qué podemos concluir? ¿Cuál ha sido nuestra ruta de investigación? ¿Aprendimos algo? ¿Encontramos una respuesta? ¿Quién resume? …
21. Meta-conversación. ¿Qué hicimos bien y debemos continuar haciendo una próxima vez? ¿Qué no hicimos bien y debemos evitar la próxima? …

¿Será que podemos elaborar un PLAN de trabajo para ejercitar los diferentes tipos de preguntas y después compartir nuestras experiencias?


Para finalizar esta invitación a la reflexión crítica sobre el valor pedagógico y político-ideológico de nuestras preguntas, cito:

Debemos tener muy presente que en el ámbito de nuestras culturas latinoamericanas, al estudiante se le ha negado la posibilidad de preguntar y no sólo en el proceso educativo, sino en toda la vida cotidiana, en toda la vida cultural, porque en las estructuras de poder tradicional y vigentes, la pregunta se convierte en subversiva.(Zuleta Araújo, enero-marzo 2005)

La Pedagogía de la Pregunta es un componente de la Educación Nueva, que implica no sólo innovar programas, libros, estructuras escolares, sino también rescatar el papel crítico y constructivo de la pregunta. Las preguntas constituyen un instrumento fundamental en la formación del carácter, el desarrollo de la inteligencia y el cultivo de las relaciones de afecto y mutuo respeto de maestros y alumnos.
Es difícil imaginar una materia o situación pedagógica donde no pueda aplicarse este método, que ofrece la posibilidad de participación creativa a los estudiantes.(Habed López, 2012)

“Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho» (Freire, 2003, p. 47), la educación en general, es una educación de respuestas, en lugar de ser una educación de preguntas. Una educación de preguntas es la única educación creativa y apta para estimular la capacidad de asombrarse, de responder a su asombro y resolver sus verdaderos problemas esenciales, existenciales y del propio conocimiento. El camino más trillado es, justamente, la pedagogía de la respuesta porque en ella no se arriesga nada. Con la pregunta nace también la curiosidad y, con ella, se incentiva la creatividad. De hecho, se puede llamar educación tradicional a la que «castra la curiosidad)) (Freire, 1985, p. 53), la que estrecha la imaginación e hipertrofia los sentidos mediante la mera comunicación a transmisión de respuestas.
Históricamente en educación se ha tenido el predominio de una pedagogía de la respuesta o tradicional sobre una pedagogía de la pregunta o critica. En aquella, los modelos de aprendizaje se apoyan en meros contenidos previamente elaborados que deben ser transmitidos por el profesor. De ahí, que sea indispensable en la escuela contemporánea establecer la pregunta como método pedagógico.(Vargas Guillén, G. y Guachetá Gutiérrez, E., 2012)


Otro reto planteado…

Aprender a Preguntar(nos), Preguntar(nos) para Aprender

Construyendo caminos de Calidad Educativa

 

 

 

Bibliografía


Bloom, B.S. et al. (1956). Taxonomy of Educational Objetives: The clasification of educational goals. New York: Mc. Kay.
Escobar Guerrero, M. (1990). Educación Alternativa, pedagogía de la pregunta y participación estudiantil. México D.F.: Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
Freire, P. (1986). Hacia una pedagogía de la pregunta. Ginebra, Suiza: Consejo Mundial de Iglesias.
Gaarder, J. (1991). El mundo de Sofía. Oslo, Noruega: http://www.dad.uncu.edu.ar/upload/El%20Mundo%20de%20Sofia.pdf.
Habed López, N. (10 de Octubre de 2012). Hacia una pedagogía de la pregunta. El Nuevo Diario, pág. Opinión.
Mariño S., G. y Cendales G., L. (2004). Educación No Formal y Educación Popular: hacia una pedagogía del diálogo cultural. Caracas: Federación Internacional de Fe y Alegría.
Plata Santos, M. E. (Primer Semestre 2011). Procesos de indagación a partir de la pregunta. Una experiencia de formación en investigación. Praxis & Saber, 2(3), 139 - 172.
Poppelmonde, W. y Wyffels, D. (2008). Klassevol filosoferen - handboek voor leerkrachten. Mechelen: Plantyn.
Vargas Guillén, G. y Guachetá Gutiérrez, E. (Junio de 2012). La pregunta como dispositivo pedagógico. Itinerario Educativo, Año XXVI(60), 173-191.
Zuleta Araújo, O. (enero-marzo 2005). La pedagogía de la pregunta. Una contribución para el aprendizaje. Educere, 9(28), 115-119.