viernes, 6 de mayo de 2011

IDEAS para decidirse por un aprendizaje colectivo

¡Ideas para dejar de ‘querer enseñar’ y Decidirnos por un Aprendizaje Conjunto!

Herman Van de Velde, Estelí, 31 de Enero 2006.

A finales del año pasado[1], en el apartado de ‘OPINIONES’ de El Nuevo Diario, pude compartir con las/os lectoras/es la tesis pedagógica que expresa: “ya es hora de ‘dejar de querer enseñar para que aprendamos juntas/os’”.   Este enfoque hacia el aprendizaje, ya no como complemento de la enseñanza, sino como el enfoque principal del quehacer educativo, no es nuevo.  Sin embargo, lo nuevo, aunque no parezca, consiste en, no sólo concebir, no sólo percibir, no sólo pensar, sino también sentir y actuar dentro de un marco donde el aprendizaje es el enfoque central, tanto para el o la estudiante, como para el o la docente, del nivel educativo que sea.  Se trata de un cambio profundo de actitud ‘docente’, donde yo, aunque me toca estar al frente y cumplir una responsabilidad organizativa, aprovecho esta misma para compartir (la responsabilidad) e involucrar al grupo de personas entre quienes nos toca trabajar conjuntamente.  Y lo hacemos de tal manera que EN CONJUNTO construimos una oportunidad de aprendizaje, integrante de una actitud emprendedora de calidad.  Si logramos esto, en mayor o menor medida – dependiendo del nivel de ‘inter-dependencia’[2] que hemos logrado, también será nuestra decisión propia y consciente querer aprovechar esta oportunidad o no hacerlo.  Ni lo dudo que, al construir conjuntamente estas oportunidades, también nuestra decisión será querer aprovecharla.
Ahora, la pregunta clave es: ¿Y cómo lo hacemos?  Me limito a mencionar unas ‘ideas’ que, al concretizarlas creativa y oportunamente, podrían apuntar al desarrollo de Procesos de Construcción conjunta de Oportunidades de Aprendizaje, integrantes de una actitud emprendedora de calidad (P-COA_acem).
1. Planificar las sesiones de trabajo, de manera CONJUNTA.  Es decir: involucrar a estudiantes en la construcción de la oportunidad a aprender.  Este involucramiento activo no sólo garantizará una respuesta más directa a las necesidades sentidas por el grupo, sino también permitirá una mayor identificación con lo que se va a hacer.  El papel docente consiste en facilitar este trabajo conjunto de planificación…
2. Impulsar lo nuevo, lo novedoso, lo creativo, lo inesperado…, salirnos de lo tradicional, arriesgarnos.
3. Garantizar el aporte PERSONAL en la construcción de los procesos de aprendizaje.  Una técnica muy adecuada es la regla de 3, donde dividimos el proceso en tres momentos: (1) cada participante define su aporte personal y deja una constancia (escrito, dibujado, seleccionado,…); (2) en pequeños grupos se comparten los aportes personales y éstos se toman como base para la construcción de un nuevo aprendizaje de un nivel más profundo que los aportes personales;[3] (3) en plenaria se comparten (no necesariamente se socializan) los aportes grupales para llegar a la interpretación crítica, la identificación de lo similar, así como de la divergencia a respetar (si es el caso)… se escucha la formulación de conclusiones.
4. Saber respetar lo diferente, lo creativo,…  Ante la toma de una iniciativa no decir ‘NO’, sino, al no comprenderla en un primer momento, más bien pedir mayor explicación.
5. Fomentar la inter-dependencia positiva entre actoras/es de la construcción de oportunidades de aprendizaje.  No nos olvidemos, que el proceso de aprendizaje es eminentemente de carácter social, aunque su producto se refleja de manera, igual eminentemente, personal.
6. Y justo por lo último (el carácter personal del producto de todo proceso de aprendizaje), es necesario integrar lo subjetivo al aprendizaje.  Construir nuestra conciencia en que la subjetividad es parte esencial de la realidad que vivimos.  Respetemos la subjetividad, no sólo la mía, sino también la ‘otra’.
7. Actuar de acuerdo a una conciencia de PROCESO, lo que implica: partir de una situación inicial; dedicarle el tiempo que se necesita – unas/os más tiempo y otras/os menos; visualizar de antemano su recorrido, sin fijarlo, pero sí identificando sus posibles etapas; imaginar un punto de llegada; reconocer su carácter social y colectivo; prever que habrá necesariamente aciertos y desaciertos;…
8. Integrar en todo proceso de aprendizaje la construcción activa de información a través de formulación de preguntas, identificación de fuentes (primarias y secundarias) y aplicación de técnicas de búsqueda y recolección de datos.
9. Ejercitar sistemáticamente la crítica y la confrontación (comparación constructiva).
10. Fomentar la dialéctica pedagógica, reflejada en la relación entre ‘acción’ – ‘reflexión’ – ‘acción’, es decir: fomentar la experienciación (la construcción e interiorización de experiencias).
11. Darle prioridad a la ‘formulación’ (darle forma): ‘palabra-ción’, verbalización, expresión, externalización,…  para ir superando, poco a poco, nuestras debilidades en expresar nuestras ideas de la forma que sea, de la forma que más nos guste; se trata de la expresión creativa artística.  En este sentido hemos acumulado experiencias muy interesantes con los ‘ensayos personales’ y los ‘informes de proceso’.  Los ensayos reflejan lo aprendido, integrando las interpretaciones y conclusiones personales.  Los informes de proceso describen cómo aprendimos, qué facilitó y qué obstaculizó el aprendizaje, la conclusión a que llegamos y cómo se podrían superar procesos similares en el futuro.
12. Negociar formas de evaluación desde una actitud muy abierta hacia la toma de iniciativas creativas de cara a querer demostrar lo que se aprendió.  Aplicar formas diferenciadas de evaluación, acordadas entre las partes involucradas, para que cada quien pueda demostrar de lleno sus aprendizajes.  La evaluación, bien desarrollada, es en sí una oportunidad de aprendizaje, integrante de una actitud emprendedora de calidad, orientada a la superación para cada una/o y todas/os las/os involucradas/os, la ‘calificación’, peor con una ‘nota’, es un riesgo latente y permanente de convertir un punto de referencia – y de partida – constructivo en una ‘’descalificación’ decepcionante.
13. Aplicar formas inter-activas de evaluación, tal que haya lugar para, no sólo demostrar lo aprendido, sino también explicarlo y defenderlo… y - ¿por qué no? – criticarlo una/o misma/o al momento de la propia exposición.
14. …

Y para finalizar, quisiera invitar a que apliquemos conscientemente, entre otros los siguientes PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS: Transparencia metodológica; Exigencia productiva; Flexibilidad exigente; Equidad oportuna; Intereses compartidos; Seriedad: sistematicidad y coherencia.  Talvez en una próxima entrega habrá oportunidad para profundizar sobre ellos.


[1] El Nuevo Diario – Managua, Nicaragua – Domingo 18 de Diciembre de 2005 - Edición 9105 / Sección de opiniones.
[2] Las personas presentamos diferentes grados de ‘dependencia’.  En ocasiones se plantea como reto educativo lograr la IN-dependencia.  Más y más estoy convencido que no es éste el reto, sino más bien lo es la construcción de una INTER-dependencia consciente positiva y crítica.  Sólo trabajando juntas/os – y poder aprender esto es una tarea fundamental de toda educación – lograremos construir un nuevo mundo mejor que es necesario y con vos y conmigo es posible…
[3] En este segundo momento nos referimos a lo que calificamos en el artículo anterior como PiP: Procesos de intercambio Productivo.

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