domingo, 8 de mayo de 2011

Pedagogía del SER

SER: una pedagogía concienciadora de poder compartido[1]


Sábado, 20 de enero del 2007.
Herman Van de Velde
herman.vandevelde@gmail.com
Estelí

Existen muchas inquietudes en Nicaragua alrededor de la calidad de los procesos educativos.  ¿La escuela, de verdad educa? ¿O más bien des-educa? ¿Sólo en la escuela se educa?  ... ...   Al observar un(a) niña/o de dos o tres años, sorprende su gran capacidad creativa.  Después de unos años en la escuela, igual sorprende cómo esta capacidad, más bien, va desapareciendo.  En la universidad, la falta de creatividad es uno de los más sentidos obstáculos para muchas/os estudiantes y docentes, muy pronunciados en el área de investigación, aunque igual ‘frenante’ (porque frena, amarra, limita, ...) en todas las áreas del S(ab)ER humano.  Con este artículo pretendo contribuir a la discusión y el análisis de estas problemáticas, yendo más allá, tratando de llegar más al fondo del asunto.  También teniendo presente la pregunta: Y las/os pedagogas/os, ¿qué aprendizaje facilitamos? ¿O más bien dificultamos u obstaculizamos? ¿Qué hacer para SER, verdaderamente, ‘facilitadoras/es’?

         En la práctica, en muchas prácticas hemos observado que las personas, como ‘SERES’ desaparecen en los quehaceres diarios, se convierten en cosas, en números, en elementos sin valor,...  también en el caso de los centros de estudio.  Contrario a esta realidad denigrante, queremos fomentar una concepción humanista del SER, a través de la implementación creativa de una Pedagogía diferente, una Pedagogía Concienciadora que permita al SER, a la persona, participar constructiva y creativamente en la transformación de su entorno y de sí mismo en búsqueda del bienSER, él que por su propia esencia es, y sólo es, social, el cual – y lo queremos mencionar consciente y expresamente – incluye, integra el bienestar personal y social.  Más bien, alcanzar un bienestar personal y social es condición indispensable para poder referir a un bienSER.
En la participación consciente (interacción) desde estos procesos de construcción, creación y transformación está justamente el PODER del SER, que lo lleva a poder SER.    Una pedagogía que está centrada en la persona como seres únicos, por su interacción única con su entorno social y material, originado en su capacidad nacida (como producto histórico social – ‘me nacieron’) y creciente (por una construcción creativa permanente de su propio ser dentro del marco de un ser colectivo).

         El SER, como verbo, como infinitivo, como acción, igual como sustantivo (el o la) es una construcción (un producto no acabado) histórico-social, dado (a luz) con el nacimiento y ‘moldeado’ física, psicológica y socialmente para llegar a SER más diferente, a SER mejor que este ‘molde’, a SER superior, a SER su existencia (vivir su ser, vivir su vida) junto con las/os demás y culminar con SER, seguir siendo materia y seguir integrándose al SER más extenso, menos personal, no personal, sino universal – material y social, ...

El SER es el EXISTIR como persona, dignamente miembra/o de una ‘Sociedad NO Anónima’, permanentemente en construcción colectiva en búsqueda del perfeccionamiento del ‘bienSER’ social y con capacidad de DECIDIR.  La decisión es la expresión máxima del SER, ser es ser capaz de decidir responsablemente, decididamente.... Ser es saber qué hacer.

         El ser es único, como sustantivo, como verbo, como expresión de una existencia social decidida.  Es una integración con valor único dentro de lo universal.  Sin embargo, en las escuelas, (casi) siempre partimos de un mismo objetivo para todas/os, utilizamos un mismo documento, presentamos los mismos ejercicios para todas/os, aplicamos los mismos exámenes para decidir SOBRE, sin embargo los resultados, las conclusiones serán diferentes por cada una/o de nosotras/os (docentes y estudiantes), el aprendizaje es particular, único para cada persona, se integra, de una manera única, al sistema de conocimientos y experiencias de cada una/o.  Muchas veces, o casi siempre, evaluamos de la misma manera a todas/os, entonces, este resultado no es objetivo ya que no tomamos en cuenta lo particular de cada persona, su subjetividad, su experiencia, sus conocimientos, su entorno, el contexto, etc.  La evaluación más objetiva es aquella que retoma los elementos subjetivos, que toma en cuenta a la persona.  La evaluación más objetiva es la subjetiva.

Fundamentalmente pretendemos hacer una propuesta de una pedagogía diferente, de una pedagogía basada en relaciones humanas de mutuo respeto, de ‘crecimiento’ consciente personal y colectivo, de ‘desarrollo humano conciencial’ y de ‘desarrollo comunitario conciencial’ - mutuamente condicionados -, una pedagogía concienciadora de poder compartido: de ‘ser’.


Herman Van de Velde


[1] Retomado y adecuado de la introducción del librito del mismo nombre y del mismo autor.

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